La Banca Ética es un banco colaborador que sirve como punto de encuentro entre los ahorradores que comparten la exigencia de una responsable gestión de su dinero y una iniciativa que se inspira en los principios de un modelo de desarrollo humano y social sostenible.
La Banca se propone gestionar las reservas financieras de familias, mujeres, hombres, organizaciones, sociedades colectivas, en pleno respeto con la dignidad humana y con el ambiente y desarrolla una función educativa respecto a los ahorradores y a los beneficiarios del crédito, responsabilizando al primero a conocer el destino y la modalidad de uso de su dinero y estimulando al segundo a desarrollar con responsabilidad proyectiva su autonomía y capacidad empresarial.
Su acción aspira a reformar los valores sobre los cuales se fundan las finanzas.
Los principios que han llevado a la creación de Banca Ética son recogidos en los Estatutos:
La Sociedad se inspira en los siguientes principios de las Finanzas Éticas:
-Las finanzas éticas son sensibles a las consecuencias no económicas de las acciones económicas;
-el crédito, en todas sus formas, es un derecho humano;
-la eficiencia y la sobriedad son componentes de la responsabilidad ética;
-el beneficio obtenido de la posesión e intercambio de dinero debe ser consecuencia de la actividad orientada al bien común y debe ser equitativamente distribuido entre todos los sujetos que intervienen a su realización;
-la máxima transparencia de todas las operaciones es un requisito fundamental de cualquier actividad de finanzas éticas;
-favorecer la participación en la toma de decisiones de la empresa, no sólo a los Socios, sino también a los ahorradores.
-la institución que acepta los principios de las Finanzas Éticas orienta con tales criterios toda su actividad.