viernes, 29 de abril de 2011

La educación en el Tercer mundo

En los países subdesarrollados se hace cada vez más notable la desproporción entre el presupuesto destinado a la educación y el porcentaje de niños y jóvenes que asisten a la escuela. Esta desproporción unida a la orientación de la formación educativa, muestran la gran necesidad de cambios que se deben introducir en los sistemas educativos, cambios que están más adecuados a las necesidades socioeconómicas de cada país.

Respecto a la relación entre el presupuesto asignado a la educación y la población escolar, los datos obtenidos en el coloquio sobre "Cooperación y sistemas de educación en el Tercer Mundo Crisis y perspectivas" organizado por la Sociedad Internacional para el Desarrollo, ponen de manifiesto una situación crítica: por ejemplo, en Alto-Volta, un tercio de los recursos públicos es destinado a la educación, y, sin embargo, sólo 1 de cada 10 niños asiste a la escuela; en Mali, según una estimaciones actuales, se destinará cerca de la mitad del presupuesto a la educación, pero permitirá dar escuelas a 1 de cada 4 niños. Los ejemplos expuestos, se pueden aplicar a la mayoría de los países subdesarrollados, ya que destinan de un cuarto a un tercio de su presupuesto a la educación, y esto permite dar escuela a un porcentaje que va de 10 a 40 del total de la población infantil.

Otro elemento problemático de la educación en estos países es la elevada tasa de desocupación y, muchas veces, la falta de empleo idóneo. En la mayoría de los casos, los conocimientos adquiridos por jóvenes con estudios superiores resultan muy abstractos como para ser utilizados en su lugar de origen, especialmente si se trata del medio rural. El problema de la desocupación se debe a la inadaptación de la formación educativa a las necesidades reales que poseen los países en vías de desarrollo. Dicha inadaptación pudo tener su origen en el hecho de que después de su independencia, los países que fueron colonizados, conservaron los sistemas de enseñanza de las antiguas metrópolis.

martes, 5 de abril de 2011

FIFO

FIFO

Este método asume que el próximo ítem a ser vendido es el que tiene más tiempo de estar almacenado. En una economía con precios crecientes (durante inflación), es común que las compañías utilicen FIFO durante sus inicios para aumentar el valor de sus activos. A como los bienes más viejos y baratos son vendidos, los bienes más nuevos y caros se mantienen como activos de la empresa. El tener el inventario más costoso y el costo de productos vendidos más bajo permite que la empresa muestre un mejor rendimiento económico. Sin embargo, a medida que van creciendo, algunas empresas prefieren cambiar su sistema de contabilidad de inventario a LIFO para reducir el pago de impuestos.


Sin tomar en cuenta la ventaja de impuestos diferidos, el sistema LIFO puede llevar a la liquidación LIFO, una situación en donde el negocio no reemplaza el inventario vendido ni busca elevar su utilidad, sino que el inventario viejo es vendido o liquidado. Si los precios han estado creciendo constantemente, este inventario antiguo tendrá un costo menor, y su liquidación causará una mayor facturación y por ende el pago de más impuestos, anulando así la ventaja de la carga tributaria que motivó inicialmente la adopción del sistema LIFO. Algunas compañías que utilizan LIFO tienen inventario de décadas de antigüedad registro en sus libros a precios muy bajos. Para estas empresas, una liquidación LIFO resultaría en una facturación inflada y en el pago de más impuestos.

También tenemos que tomar en cuenta el último método de revalorizacion de existencia el cual se identifica con las siglas PMP la cual significa "precio medio ponderado".

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